Himen

Himen

El himen es un tejido fino y carnoso de los genitales femeninos, esta membrana es flexible, siendo una extensión de piel que cubre la entrada de la vagina. Está formado por tejido conjuntivo, pero también por fibras musculares que cuentan con terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos.

Algunos hímenes pueden resultar elásticos o flexibles, mientras que otros no y pueden variar en estructura y apariencia de acuerdo a cada la mujer. Además, en la mayoría de los casos, y de manera natural, presentan un agujero de suficiente tamaño para permitir la expulsión de la sangre de la menstruación, así como de otros fluidos vaginales.

¿Cuándo se forma el himen?

Esta membrana no está presente durante la formación del feto, ya que no es hasta después de las 20 semanas de gestación que la vagina comienza a formarse como canal. Sin embargo, el himen sí se genera antes del nacimiento en algunas mujeres; otras pueden nacer sin este tejido o presentarlo muy pequeño y parecer que no lo tienen, considerándose como normal todos los casos.

¿Cuál es el propósito de esta membrana?

Hasta los momentos no se ha establecido un propósito para dicha membrana, por lo menos no relacionada con la edad adulta.

Lo cierto es que, en la niñez o en los primeros años de vida, este tejido sirve para proteger la zona de bacterias, hongos y de infecciones. Pero, al llegar a cierta edad, el organismo desarrolla otros mecanismos para la defensa.

Tipos de hímenes

El himen puede presentarse con formas y características diferentes de acuerdo a cada mujer, sin embargo, pueden diferenciarse algunos tipos más comunes:

Normales

Se denominan normales debido a la ubicación y forma del orificio. También puede dividirse en:

  • Anular: su orificio se encuentra en el centro rodeado de una membrana que, generalmente, tiene un ancho similar.

  • Semilunar: el hueco lo encontramos en la parte superior y cuenta con una membrana con forma de medialuna justo debajo del orificio.

  • Labial: este himen posee un orificio alargado en su línea media y, a cada lado de esta, cuenta con una membrana similar a unos labios.

Atípicos o anómalos

Contando con muchas más variedades, los hímenes atípicos más frecuentes son:

  • Biperforado: llamados de esta manera debido a que poseen un tabique que divide su orificio en dos mitades.

  • Coraliforme: se parece a los pétalos de una flor gracias a la serie de prolongaciones que posee.

  • Trifoliado: es decir, que consta de tres pliegues.

  • Multifoliado: está formado por múltiples pliegues.

  • Hipertrofiado: su tamaño es mucho más grande de lo habitual.

  • Imperforado: en este caso, no posee orificio y, en consecuencia, es necesaria la intervención quirúrgica.

Himen y virginidad

Aunque en muchas culturas y por mucho tiempo el himen fue considerado como una prueba de virginidad, lo cierto es que su presentación o estado no es un indicador de cuándo una mujer ha mantenido relaciones sexuales.

Este tejido ya está perforado, permitiendo la expulsión de las secreciones vaginales y la menstruación, por lo que no se “rompe” con el primer encuentro sexual. No obstante, su composición sí le permite estirarse, tanto en el acto sexual, como al introducir productos como los tampones.

Además, este estiramiento también puede generarse por otras prácticas, como algunos deportes, el uso de productos sanitarios, con la masturbación e incluso dependiendo de las características de cada himen (por ejemplo, si es más o menos flexible).

 

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